jueves, 1 de julio de 2010

Algunas personas me han preguntado en que pienso mientras córro. Casí siempre la primera media hora la ocupo pensando en lo que tengo que hacer durante el día, pero una vez que dejo ya planeado mi día, me concentro en perfeccionar la "forma cómo córro", donde busco un equilibrio entre velocidad y esfuerzo aplicado, que en otras palabras es ir lo más rápido posible si que mis pulsaciones rebasen 130 por minuto.
Hoy se me ocurrio la siguiente hipótesis: sí sincronizo el momento preciso en el que aplicó la fuerza final de despegue durante la zancada y el momento en el que el corazón se contrae, conocido cómo sístole auricular (que dura aproximadamente 0.1 s), la fuerza de empuje puede ser mayor, ya que la presión sanguinea es mayor, y así también el momento de relajación del corazón (diástole cardíaca) que ocurra mientras los músculos gastrocnemios (gemelos) y el sóleo también se descontraen (relajan), que ocurre mientras estamos en el aire (sin contacto con el suelo) puede contribuir a una mejor micro-recuperación muscular -asi le llamo yo-, variación que creo contribuye a incrementar la capacidad aeróbica del organismo, que fisiologicamente es la capacidad del organismo de metabolizar el oxígeno en la sangre.
Ahora, me pregunto cómo poder lograr ésta sincronización.

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