jueves, 21 de octubre de 2010

POST-SPARTATHLON & CAVALLS DEL VENT


Hoy me levante un poco mas temprano y me fuí a correr a mi Desierto de los Leones, a diferencia de otros días, hoy animicamente no me sentí muy bien que digamos, aunque fisicamente me sentía muy bien. Me vino a la memoría los últimos metros antes de terminar el Spartathlon, cuando a lo lejos veía la estatua de Leonidas, mientras llevaba los brazos en alto con la bandera de México y la gente me aplaudia y gritaban "México México México México", y algunos niños corrían a mi lado, fué un momento increible, hasta se me salieron algunas lagrimas... Fué un momento en el que me sentí profundamente Mexicano y orgulloso de serlo, a un grado que jámas lo había sentido, donde se me olvido el dolor de piernas, lo canzado que me sentía, fué como una inyección de energía impresionante. Un momento que quedará en mi mermoria por el resto de mi vida. Pero hoy, varias semana después, me invadió un sentimiento de tristeza, donde ese sentimiento de orgullo por mi país de alguna forma perdió sentido, ya que a mi regreso solo algunas personas se enteraron. Recibí algunos mensajes por Facebook y algunas llamadas de felicitaciones, que aprecio infinitamente, ya que el haber sido el primer mexicano en terminar el Spartathlon, no solo fué un triunfo personal, sino un triunfo para México, - cuando me aplaudian "no" decian Luis Luis, sino México México-. Tal vez, esto que escribo, algunos lo interpreten como que busco el reconocimiento personal, pero no es así, creo que es un reconocimiento para todos los mexicanos. Y en el fondo, para mí no hay mayor satisfacción que el servir para motivar a los demás, que los kilometros que córro, ayuden a otros a despertarles una aspiración, y que sin importar la distancia que corren, lo hagan, y sea una forma de darle más sentido a sus vidas. Yo en lo personal, he encontrado en el correr grandes satisfacciones, satisfacciones que van mas álla de un lugar, medalla o trofeo. Sin embargo, todavía me falta mucho por lograr, y por esto me refiero a "lograr en los demás".
Ojala y mas gente me escribiera y me pidiera consejos, y que todo lo que he aprendido durante los años que llevo corriendo le sirva a otros. No tengo ni idea, cuanta gente lee éste blog, ni que opinan, ya que no pasan de "dos comentarios" por articulo que escribo, y la mayoría son de amigos de otros países. Les pido que si leen escriban, aunque sea que me corrijan mis faltas de ortografía, porfavor denme su opinión, y bueno, si me hacen alguna pregunta, encantado de la vida se las respondo. La mera verdad, ya me aburrí de tanto investigar, y ser mi propio laboratorio de pruebas, donde el único que le saca provecho soy yo. Cual cientifico, haciendo mis pruebas con distintos electrolitos, zapatos, calcetines, suplementos, o poniendo a prueba otras investigaciones que leo en distintos articulos, y que yo sea el único que lo aproveche, me hace sentir "egoista"...
También, ya me aburrí de siempre correr "solo", bueno, por muchos años me acompaño mi perro Matías que fué de gran compañia, pero hace ya casí un año que él ya no puede correr, así que me voy solo. Así que no sean así, e invitenme a correr.... De los más de 16 años que llevo corriendo, casí puedo contar con los dedos las veces que alguien me acompaña...

miércoles, 6 de octubre de 2010

SPARTATHLON 2010



De entre los ultramaratones que he participado a lo largo de los años, ninguno es tan demandante como el Spartathlon, por una parte la distancia de 246 km sobre asfalto, a lo largo de subidas y bajadas, en algunos casos bastante pronunciadas, pero especialmente por los límites de tiempo para cubrir la distancia, lo que no permite tiempo para descanzar o caminar casí.

Casí durante un año me preparé para ésta carrera, y creo que no fué suficiente. El nivel de demanda física y mental al que se somete uno es increíble. El dolor que sentía en las piernas y pies, va más allá de lo que jamás había esperimentado. Yo creí que el estar corriendo en promedio diario 36 km iba a ser suficiente y me dí cuenta que no.

Sin embargo, despues de 35 horas 28 minutos y 57 segundos, logré lo que hace un año soñe, -llegar a los pies de la estatua de Leonidas en Esparta.

Durante los primeros 100 km me sentí de maravilla, y aunque sentía que podía ir más rápido, la voz de mi amigo Mark Woolley, hacia eco dentro de mí, "ponte el freno de mano, ve despacio, aunque sientas que puedes ir mucho más rápido, no lo hagas", y así lo hice.
La alimentación en este tipo de carreras es fundamental, sin embargo, la organización instala unos puntos de abastecimiento muy pobres, lo que obliga a que cada corredor lleve su propia comida, y a lo que se refiere a electrolitos, ni que decir, no existen. Por lo que yo desde México preparé lo que iba a comer cada cierta distancia, y como me iba a ir hidratando, al grado que sabía cuantas gotas de "Elete Water" tenía que poner en cada botella de agua cada determinada distancia, y con que frecuencia tenía que ir dando un sorbo.
Finalmente, si no hubiera sido por esa planeación milimétrica, dudo haber podido terminar, y más cuando no contaba con ningún equipo de apoyo como la gran mayoría de los demás corredores.
El Spartathlon, ha sido una prueba en la que más que tener una gran resistencia cardiovascular, hay que resistir fuertes dolores tanto en los pies, por el golpeteo con el asfalto, cómo un dolor constante en los cuariceps, que durante periodos largos de tiempo, se vuelven más que una agonía. Es inevitable, por momentos cuestionarse, -que diablos estoy haciendo-, pero por otra parte una fuerza espiritual, digo yo, sigue inyectando energía a las piernas para seguir adelante.

El Spartathlon me enseño muchas cosas, pero especialmente me fortalecio mi determinación y seguridad propia. Conocí un nuevo mundo de la ultradistancia, muy por encima de lo que había experimentado durante mi trayectoria en ultras de 100 millas (+15), a grandes corredores como Valmir Nunes, con quien compartí habitación en Sparta, y que con simplemente escuchar lo que a veces entrena, me dejo con la boca abierta. - entrenar 40 km por la mañana y 40 km por la tarde, 6 veces a la semana, increible, wow-. El señor, a sido varias veces campeón del mundo en 100 km, con tiempos de 6 horas 18 minutos, ha ganado el Spartathlon, Badwater, corrío 273 km en 24 horas, todo un fenómeno.

Por otra parte, están los japoneses, que tienen la comunidad de ultramaratonistas más grande del mundo. Y que en ésta ocasión fueron 70 corredores, entre hombres y mujeres. Es impresionante correr junto a ellos, parece que van despacio, por la zancada corta que llevan, pero no paran y van rápido.

Afortunadamente, me siento contento de finalmente haber terminado el Spartathlon, en mi segundo intento. Si me preguntan, -¿regresarias?, respondería que "si", pero esta vez con un equipo de apoyo.





































viernes, 1 de octubre de 2010

Mas del Spartathlon

Me sorprende lo rápido que pasa el tiempo, no hace mucho estaba nervioso y emocionado por empezar a correr el Spartathlon, y ahorita estoy comodamente sentado frente a esta laptop, recordando todo lo que vivi. Me invade un sentimiento de tranquilidad, donde la incertidumbre de enfrentarme a la prueba de resistencia más dura que existe, ya la superé, y que el simple recuerdo, me hace sentir más vivo, donde mi vida cobra mayor sentido, y mi sentido de pertenencia al genero humano es más auténtico, sin espejismos. Y aunque parezca absurdo, el sufriemiento ya no es más sufrimiento cuando solo es un estado de conciencia en transición. Que duro y dolorosos, fueron esos últimos 12 km de bajada hacía Sparta, donde cada paso era como agujas calientes clavandose en mis pies, y aunque comparativamente 12 km es poco, me parecieron una eternidad. Ya una vez en la calle que termina en la estatua de Leonidas, donde ondean las banderas de los paises representados, y el público gritaba y me aplaudia, todo ese dolor desaparecio, con los brazos en alto levante mi bandera y no se como empece a correr más rápido, sentía como estaba a punto de llorar de la emosión, pero creo que ya mi cuerpo estaba casí seco de todo lo que había sudado, y solo sentí ese nudo en la garganta, previo a empezar a llorar. Sentí un profundo sentimiento de nacionalidad de mi país que es México, y al mismo tiempo un sentimiento de agradecimiento hacia mis padres por haberme dado la vida. Por último, subí los escalones donde esta la estatua de Leonidas y al tocar sus pies, -que es la manera representativa de terminar el Spartathlon-, me invadió un sentimiento de orgullo propio, que jámas había sentido. Me pusieron mi corona de laureles, y bebí agua de una vasija de barro griega, por momentos no creí lo que estaba viviendo, y hasta ahora que veo las fotos, me doy cuenta que no fué un sueño, sino que una realidad.
Por mucho, esta es la carrera reina de reinas, la prueba de resistencia mas extenuante en la que he participado. Conocí a la elite de elite mundial de ultradistancia.
Se que regresaré, modificaré varias cosas, otras no. Me siento satisfecho de que todo éste año que me estuve preparando a conciencia todos los días, que levantarme a las 4 am valio la pena.
Mi recuperación fué muy rápida, y 6 días después sin planearlo, corrí el ultramaratón de montaña "Cavalls del Vent" en los Pirineos Catalanes, que fueron 83 km con 600o metros positivos de desnivel, por veredas en momentos sumamente tecnicas. Mis piernas me funcionaron de maravilla, y aunque me fuí conservador, cuidandome, termine en octavo lugar de mi categoria. Mis respetos para la organización, una carrera de primerisima.