martes, 8 de febrero de 2011

ROCKY RACOON 100 MILLAS

De las 5 veces que he participado en el ultramaratón Rocky Racoon de 160 km que se córre en el parque nacional de Huntsville, éste año ha sido el más especial ya que me acompaño mi Mamá, que también fué mi equipo de apoyo durante la carrera.
Siempre me han gustado los retos dificiles y creo que por eso estoy metido en esto de los ultramaaratones, éste año el clima le dió un toque especial a RR100. La carrera comienza en sábado a las 6 am y consiste en 5 vueltas a un circuito de 32 km por veredas, donde los principales obstaculos son las multiples raices que constantemente hay que brincar, no hay muchas subidas lo que lo hace un circuito rápido y divertido. Durante el trayecto hay varios puentes de madera, que en ésta ocasión tenían una capa de hielo bastante resvaloza, afortunadamente núnca me caí, pero si hubo quien inclusive se fracturo una pierna.
Este año los obstaculos comenzaron desde el viernes, ya que parte de la carretera a Huntsville tenía una capa de hielo y estaba cerrada, así que tuve que ingeniarmelas para tomar otros caminos, pero finalmente pudimos llegar a Huntsville, y digo "pudimos" porque también iba Julio Angel y su esposa Cristina en otro coche siguiendome.
El sábado la carrera comenzo a 22ºF, que son -10º C, pero conforme fué pasando el tiempo la temperatura subio.
No se cuantos corredores arrancamos, pero de inscritos eramos unos 390, entre los que estaban Scott Jurek, Hal Korner, Anton Krupicka, Karl Metzler, Ian Sherman y otros de los mejores corredores de ultradistancia de EUA, lo que le dió un toque especial.
A diferencia del año pasado, éste año iba mejor preparado, lo que me dió bastante confianza, además de que contar con mi Mamá como mi apoyo fué lo mejor.
Desde un principio me propuse mantener un paso cómodo, sin embargo a la mitad de la primera vuelta me comenzo un retortijon de panza que me duro hasta el final de la segunda vuelta, -seguramente por algo que comí durante la cena de la noche anterior-, pero en fin con todo y la molestía mis piernas las sentía perfectamente. Casí desde el principio se formo un grupo que integraba: Richard Kwiatkowski, Scott y yo, por momentos ellos iban a la cabeza y por otros yo. Gran parte de las primeras dos vueltas nos las pasamos platicando, lo que hizo que el tiempo pasará bastante rápido.
Por el frió que estaba haciendo, varias veces mis botellitas de agua que llevaba en las manos se empezaron a congelar, lo que por momentos me costaba trabajo succionar agua, que ya era cómo hielo frape.
La tercera vuelta finalmente desapareció el dolor de estomago, y puede ir pasando a otros corredores. Afortunadamente para estas alturas del día la temperatura era como de 15ºC, y me pude quitar la chamarra y gorro.
La cuarta vuelta, fué mi mejor vuelta, y pude acelerar mi paso, pero por momentos frenaba, ya que en estas carreras uno nunca sabe lo que pueda suceder. A partir de la cuarta vuelta y nunca más vi a Richard ó a Scott, después me enteré que Scott se retiro después de la tercer vuelta.
Para el final de la cuarta vuelta ya había obscurecido y se volvió a sentir el frío, nada como en la mañana, pero si se podía sentir. Desde un principio uno de mis objetivos fué no caminar durante toda la carrera, aunque en algunas subidas estoy seguro que si las hubiera caminado, hubiera ido a la misma velocidad, pero en ésta ocasión, me propuse correr el circuito en su totalidad, y lo puede lograr por primera vez en los 16 ultras de 160 km que he corrido.
Durante la ultima parte de la cuarta vuelta y la quinta vuelta practicamente corrí solo, así que para la quinta vuelta como no tenía ninguna presión, simplemente me la tome con calma, también pensando que mi próxima carrera, el ultra Sakura Michi van a ser 250 km, y no me gustaría que por bajar mi tiempo, tuviera alguna torcedura o tiron muscular, y tuviera que hacer un parentesis en mis entrenamientos con miras al legendario Sakura Michi.
Finalmente, cruce la meta en 10º lugar general, sintiendome de maravilla, no puedo decir que totalmente entero, pero si mejor que en cualquiera de los otros ultras que he corrido. Al grado que ayer me fuí a correr 1 hora 35 minutos, al Desierto de los Leones sin sentir ninguna molestía, hubiera podido correr más, pero tenía varias cosas que hacer en la oficina, además de que mi Mamá estaba esperandome en mi casa.
Me dió muchisimo gusto tener a mi Mamá en la meta, y poderle dar un fuerte abrazo al final, realmente fué mi mejor motivación. Era muy cómodo que cada vuelta ella me tenía lista mi sopa, electrolitos, y todo lo que iba a necesitar, ahora si que como si fueran los pits de las "24 horas de LeMans", todo preparado a la perfección. Además que siempre me despedía con su bendición, o como yo le digo "la poderoza".
Después me platicó mi Mamá que había estado platicando con Scott Jurek, que avandonó después de la 3er vuelta, sin que ella supiera exactamente quien era él.
También me dió mucho gusto que Julio Angel terminara sus primeras 100 millas en lugar 29º y que de alguna forma le sirvieran mis consejos.