Hoy que veía por el canal Speed un programa sobre el 5to día del ISDE (International Six Day Enduro) me invadio una gran nostalgia, que me transporto a septiembre 1989 cuando fuí parte del equipo mexicano que fué al ISDE en Walldurn, Alemania. Iba en el Factory Team junto con Jorge Langridge y Gabriel Nafarrete. En el Junior Trophy iba Jorge Goeters, Michael Goeters, Luis Retana y Gerardo Peniche. Aparte del equipo de corredores iba Luis Otero, Alejandro Otero, sus respectivas esposas, los papas de Luis Retana y no recuerdo quien más. Fué una experiencia que jamas olvidaré, además de que fué un sueño hecho realidad, el ambiente que teniamos era increible. No puedo acordarme de algo que haya salido mal, además de los seis día de carrera fué un viaje divertidisimo. Durante la carrera nos hospedamos en un hotelito en un micro pueblo alemán llamado Mudau, que quedaba como a 20 minutos de Walldurn donde eran los pits de la carrera, que por cierto era un aeropuerto municipal. El clima fué uno tipico de "Six Days" medio lluvioso, donde salio poco el sol, que le dió un saboricito muy rico. Todos corrimos con KTM, en mi caso fue una 250 cc. Durante los seis días recorrimos unos lugares increibles de la "Selva Negra", donde algunas pruebas especiales eran por las pistas de entrenamiento de tanques dentro de bases militares. Recuerdo como varias veces de repente salia uno del bosque y entrabamos a pequeñas fortificaciones medievales impresionantemente bellas.
Considero que el enduro fué el culpable que me metiera en esto de las carreras de pie, ya que empece a correr para mejorar mi condición física, sin embargo, aunque por años lo he dejado, sigue formando una parte fundamental de mi vida, y constantemente tengo ganas de regresar. El problema es que es común lastimarse y a veces estar unas semanas fuera de circulación, lo me afecta como corredor. Este año, aunque tengo varias carreras a pie, tengo muchas ganas de volver al enduro. Otra cosa que me fascina del enduro, es el ambiente de la gente, lo considero mucho mas amigable, como si fuera una gran familia. Como olvidar esos domingo de ir a endurear al Ajusco, donde muchas veces regresaba a mi casa ya casí de noche, todo enlodado y cansado, pero con muchas aventuras que platicar y compartir.
1 comentario:
No sabía lo de tu faceta endurera de tan alto nivel.
Qué grande!
Vuelveeeeeee!
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