Desgraciadamente no siempre se logra lo que uno se propone, y este fue mi caso en el ultramaraton Sakura Michi, aunque se que todo lo que nos sucede tienen una razón, a mi me ha costado mucho trabajo asimilarlo, y mas que nada por lo ilusionado que estaba de correr una de mis carreras favoritas y lo bien que me había preparado.
Desde que me escribió el señor Ohgo a principios de enero para avisar que 2 corredores habían cancelado y que si me aceptaban, un sentimiento de alegría me invadió y trajo a mi memoria todos los gratos recuerdos de mi primera participación en 2011. Yo siempre he sido creyente de que por algo suceden las cosas, y el haber vuelto a tener esa oportunidad de participar en el Sakura Michi me lleno de energía e ilusión.
Aparentemente todo iba bien, yo me sentí muy bien físicamente, es más mucho mejor que hace 2 años, asi que mis expectativas eran mejorar mi tiempo, si embargo durante el trayecto de Mexico a Japón mi vecino de asiento que se veía muy enfermo me contagio un virus raro. En un principio creí que era la diferencia de horario, sin embargo esa misma noche sude mucho durante la noche, algo que nunca me sucede y menos en un lugar frío como lo es Hida Furukawa.
Finalmente llego el día de la arrancada y amanecí con 38.7 grados de temperatura, fue una decisión difícil pero ya estando allá no podía hacer otra cosa que correr hasta que pudiera.
Desde el día anterior se pronosticaba un frente muy frío en la parte alta de trayecto, con nevadas y lluvia, algo que complicaba todavía mas la carrera.
A las 6:09 arranque junto con mi amigo finlandés Veikko Sivosavi, con quien corrí la mayor parte del trayecto en 2011. Desde el principio me sentía pesado y muy lento, como si no avanzara, el llegar al primer abastecimiento en el km 10, se me hizo una eternidad, como si hubieran sido 40 km o mas. Algo que me propuse desde el principio fue ir comiendo aunque fuera poco durante los abastecimientos, y si que me costaba porque no tenia hambre ni ganas de comer.
La carrera inicia en el Castillo de Nagoya y hay que cruzar toda la ciudad, algo que se me hizo eterno, ya saliendo de Nagoya empieza la subida, que dura como 100 km. Ya casi saliendo de Nagoya me acorde que cruzabamos las víass del tren, y lo tome como una referencia, pero por mas que avanzaba no llegaban el cruce, que inclusive en 2011 me tome una foto.
Por momentos creia sentirme mejor, pero creo que era una autosugestión, porque apenas y podía mover las piernas. Del km 50 al 67 fueron muy difíciles, por una parte me costaba muchísimo trabajo correr, bueno si se le puede correr al paso que llevaba, que creo que si hubiera caminado hubiera ido mas aprisa, y por otra parte todo lo que estaba pasando en mi cabeza, ese enojo por haberme enfermado de algo que no sabia que era, porque no era ni de la garganta ni de la nariz o pulmones.
Los últimos 2 km antes de llegar al abastecimiento del km 67 de plano me puse a caminar, ya no podía dar un paso mas trotando, me pasaron varios japoneses sin decir nada y cuando llegue al abastecimiento lo primero que pedí fue un termómetro, que suponía iban a tener dentro del botiquín medico, pero no fue así. Me urgía saber como iba mi temperatura, porque para mi era crucial, ya que dependía de eso si simplemente me quedaba a recuperarme en el abastecimiento o abandonaba. Después de como media hora llegaron con el mentado termómetro y "chin" cuando vi "39.8 grados" supe que era el final del Sakura Michi, y realmente aunque dentro de mi, una voz me decía "no pasa nada solo es una carrera" por otra parte me sentía muy triste de haber tenido que abandonar.
Después pedí que me llevaran a un hospital, porque la temperatura me preocupo y mas que todavía iba a estar en Japón varios días. En el hospital de Chirotori, me hicieron varias pruebas y me dieron unas medicinas, una que sabia a rayos y después me llevaron al hotel donde cene algo y me metí a mi cama a esperar a que las medicinas surtieran efecto. Afortunadamente aunque ya no tenia un termómetro creo que la fiebre bajo, ya que no sude tanto en la noche. Mas tarde empezaron a llegar mas corredores que habían abandonando, todos por el clima, que estaba nevando y lloviendo, solo decían que era espantoso, y varios eran corredores de lugares fríos, así que no podía ni imaginar lo que era, algo que de alguna manera me consolaba, de que no hubiera tenido caso seguir.
El resto del viaje fue bastante complicado, ya que por una parte no me sentía bien, pero no podía perder la oportunidad de seguir con mis planes de ir a Kyoto, pero finalmente lo hice y en las fotos que tome se quedo el recuerdo, porque en mi cabeza solo estaba la idea de "ya quiero estar en mi casa"...
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